¿Sabías que en la Ribeira Sacra tenemos un museo del chocolate? 🍫 Y por lo que sabemos, es el único museo del chocolate de Galicia. Sí, sí, has leído bien. Es el único en el que la maquinaria que se empleaba para hacer tan codiciado manjar, sigue funcionando a día de hoy ⚙️. Pues toma nota, que te hablamos de la Fábrica de Chocolate de Teimende, uno de esos sitios en los que puedes viajar al pasado. En este caso, hasta con los sentidos del olfato y del gusto 😋.

Tres generaciones de la familia Casares, más una, como le gusta decir a la guía del museo 🤭, vivieron con el aroma del chocolate en su casa, que era el lugar en el que tenían la fábrica. Una receta completamente artesanal, con un producto 100% natural, de esos que hoy en día no es tan fácil encontrar, fueron el secreto de su éxito 🔝.
Y la buena noticia es que, si quieres, puedes comprarlo 💰. ¿Se te ha empezado a hacer la boca agua? 🤤 Pues espera a que te contemos las virtudes y bondades de este chocolate, que no te vas a poder resistir ni a probarlo, ni a conocer su historia. Vente con nosotros, que te llevamos al lugar más dulce de Galicia 😎.
Índice de contenidos
¿Dónde está el Museo del Chocolate de Galicia?
Que sí, que ya sabemos que lo primero que quieres saber es dónde está este museo para poner rumbo a él rapidito 😅. Y como somos muy listis, pues es lo primerito que vamos a contarte.
El Museo del Chocolate de Galicia está en Teimende, un pequeño pueblo de la Ribeira Sacra 🏞️. Sí, ese rincón que ya sabes que es nuestra debilidad. Estamos en el municipio de Parada de Sil, uno de los ayuntamientos que pertenecen a la Ribeira Sacra y, en este caso, nos vamos hasta la provincia de Ourense 📍.
Un poquito de historia de la Fábrica de Chocolate de Teimende
Ahora que ya sabes dónde tienes que ir, vamos a contarte un poquito de la historia de este lugar 📜. Aunque te recomendamos que te acerques hasta allí para escucharla de la mano de Manuela 👩🦰, la guía del museo. ¡Que no veas lo bien que la cuenta!

Pues resulta que la familia que puso a un pueblo como Teimende en el mapa fue la familia Casares. No te creas que fueron maestros chocolateros desde que nacieron por arte de magia, ni mucho menos. De hecho, se dedicaban al negocio de las telas 🧶. Pero en una de esas que fueron a vender telas a Astorga, se dieron de narices con el mundo del chocolate y les conquistó tanto, que hasta cambiaron de oficio. ¿Cómo te quedas? 😮
Sí, amigui, Pedro Casares volvió de ese viaje convencido de que tenían que dedicarse al mundo del chocolate, y así fue. Montó la fábrica en su propia casa, algo habitual en la época. Ojito, que estamos hablando de principios del siglo XX 🗓️. Su hijo Arturo siguió con la tradición y el hijo de Arturo, Ricardo, hizo lo propio.

Aunque todo el mundo conocería el chocolate de la familia Casares, su nombre comercial fue Chocolates Caldelas 🍫. Un nombre que sabían que tenía mucho más tirón, ya que la fábrica estaba ubicada en las Tierras de Caldelas, muy cerquita de Castro Caldelas 🏰.
Con ese nombre llegaron hasta los años 80, cuando se abrió el control sobre la producción del chocolate. Se permitió la entrada de los sucedáneos y fue imposible competir con esos precios con un producto de calidad, así que la fábrica se vio obligada a echar el cierre.
La puesta en marcha del Museo del Chocolate
Las herederas de Ricardo, el último miembro de la familia que se dedicó al chocolate, quisieron poner en el mapa la historia de su familia 📍. Precisamente Ricardo fue el que afrontó el reto de modernizar la producción del chocolate con la introducción de la electricidad en el proceso de fabricación 🔌.
Así que la familia decidió ceder la colección al municipio de Parada de Sil para poner en valor su labor y que todo aquel que quiera, venga a conocerla. Y eso es algo que vale mucho y que a nosotros nos encantó ☺️. Si no fuera por gente como ellas y el esfuerzo de los ayuntamientos que les apoyan, no podríamos conocer muchos de estos oficios a día de hoy.

Desde el Ayuntamiento de Parada de Sil rehabilitaron el edificio y lo adecuaron para albergar la colección museística 🏛️, que se inauguró en el año 2015. Y atención, porque desde enero de 2025 forma parte de la Red de Museos de Galicia, así que ha pasado a conocerse como la Colección Museográfica del Chocolate de Teimende.
Y es que, ojito, porque estás ante el único espacio museográfico dedicado al chocolate en toda Galicia que conserva su maquinaria original 🔝. Toda una joya que no te puedes perder si visitas la Ribeira Sacra. Si cierras los ojos, hasta podrás imaginarte a la familia haciendo chocolate aquí 💭.
¿Qué vas a ver en el Museo del Chocolate de Teimende?
¿Sabías que la elaboración del chocolate está publicada en el BOE? 📃, ¿que el cacao líquido puro no se puede consumir y hay que añadirle otros productos? 😯 ¿o que cotiza en bolsa? 📈 Son solo algunas de las cosas interesantes que aprendimos durante nuestra visita al Museo del Chocolate de Teimende ☺️.
Pero además de aprender un montón sobre el mundo del chocolate, en este museo vas a ver las máquinas donadas por la familia y podrás conocer todo el proceso de fabricación tradicional de este manjar 😋. Desde la llegada del cacao en grano, la maquinaria empleada, hasta la distribución 🚚.

Igual cuando entres, el espacio te parece pequeño y que no tiene mucho que ver, pero ¡ay cuando empiece a hablar Manuela, te cuente cosas de las joyitas que tienes delante y aprendas a hacer chocolate! Esto no lo vas a ver en cualquier sitio, amigui 😜.
Cuando entiendas la evolución por la que fue pasando la fábrica 🏭, cómo se fue pasando del proceso completamente manual a incorporar la electricidad y otras cositas de lo más interesantes, te vas a quedar con la boquita bien abierta 😮. Por ejemplo, esta máquina que estamos cotilleando, fue la que sustituyó al molino.

Es importante que sepas que en el momento en el que montaron el negocio, aquí no había luz 💡. Estaba cerquita la Fábrica de la Luz, la que puedes ver si haces la ruta de las Pasarelas del Mao, pero la gente no accedía a su electricidad, solo suministraba a lugares más grandes como Monforte de Lemos y Ourense capital. Así que la maquinaria se movía a mano o con la ayuda de los animales.
El proceso se hizo de manera manual durante unos 20/25 años. Todavía puedes ver la tostadora y la descascarilladora en la colección del museo, que siguen funcionando. Cuando llegó la luz a Teimende, estas dos máquinas siguieron usándose de manera manual y el resto ya pasaron a ser eléctricas.

Y es que, precisamente, una de las cosas que más nos llamó la atención de la visita a la Fábrica de Chocolate de Teimende fue la maquinaria, que todavía sigue en funcionamiento a día de hoy 🗓️. Es más, durante la visita guiada, Manuela la pone en marcha y te explica un montón de cositas interesantes sobre su funcionamiento. ¡Alucina, vecina! ☺️

Vas a ver, apunta 📝, que vamos del tirón: la tostadora, la descascadora, el molino eléctrico, la refinadora, los moldes en los que se hacía el chocolate y la tableteadora, que es la máquina que te acabamos de enseñar en la foto de aquí arriba 👆.
La importancia del marketing
Otra de las cosas que tenía clara la familia era la importancia de comunicar bien su producto 📢. Colgados en la pared, todavía puedes ver algunos de los envoltorios de las tabletas de chocolate. Los diseños de la publicidad, los anuncios y los vales de promoción los hacía la familia Casares y se imprimían en Ourense 🖨️.

En los envoltorios venía información importante, como el origen del cacao, la clase de elaboración, el número del registro de industria y el precio 🪙.
Como curiosidad, Manuela nos contó que, aunque la mayor parte del cacao procedía de África 🌍, en algunos de los envoltorios ponía que la procedencia del cacao era nacional. Si lo piensas bien, no tiene mucho sentido, porque en España no se produce cacao 🤔. Prácticamente todo el que se compraba procedía de Guinea. ¿Y entonces? Pues resulta que si el cacao venía de una colonia española, se etiquetaba como cacao nacional 🤓.
El reparto del chocolate, otro tema interesante
Obviamente otro de los aspectos a tener en cuenta en la venta del chocolate era su reparto 🛻. Date cuenta que estamos en una aldea pequeña, así que la familia se las tuvo que ingeniar para llegar a sitios que no estaban tan cerca como para que la gente viniera a la fábrica a comprar 🛍️.

Y ojito a cómo evolucionó el reparto 😯, que empezó en burro y caballo, siguió en bici 🚲, pasó a la moto y acabó en furgo. Casi nada. Si antes o después de ver el Museo del Chocolate de Teimende vas a los famosísimos Balcones de Madrid, hazte a la idea de que, para que el chocolate llegara al Monforte de Lemos, el burrito y quien iba con él, llegaba hasta aquí, bajaba hasta el río 🏞️, se montaba en una dorna para llegar a la otra orilla y subía la montaña que tienes delante para continuar la ruta ⛰️. ¡Toda una pasada! Vamos, que el repartidor no venía a dormir a casa por mucho que madrugara, ya te lo decimos nosotros 🤭.
Un importante fondo documental
Además de la maquinaria, la Colección Museográfica Casa del Chocolate de Teimende guarda otro tesoro 🪙. Resulta que la familia fue guardando toda la documentación de lo que hacían 📋, y es de lo más interesante poder contar con ella.
En los documentos que atesora se encuentran las facturas 🧾, correspondencia comercial, libros de registro de entradas de materias primas y salidas de chocolate y hasta las fórmulas de su chocolate 📜. Hemos cotilleado la del «chocolate de la posguerra»: 50% de azúcar, 36% de cacao y 14% de harina. Por la documentación se sabe que no fueron tiempos fáciles. En febrero de 1942 se retiraron de la fábrica 268 kilos de chocolate para el racionamiento por orden del gobernador civil.
No te olvides de comprar chocolate
Oyeee, que no se te pire, que ya que has venido hasta aquí y has conocido la historia de estos chocolates, tienes que probarlos 😋. Actualmente ya no se fabrican aquí, pero los Chocolates Caldelas se siguen haciendo y con esa materia prima de calidad que los hizo tan característicos en su momento. Nosotros en cuanto los vimos nos fuimos directitos a por ellos 😇.

El caso es que Manuela nos pilló y nos dijo que no podíamos comérnoslos todos o nos íbamos a empachar y poner malitos 🫠, así que decidimos comprar unos cuantos para comérnoslos en casa. Solo te podemos decir que si te gusta el chocolate, cargues bien, porque cuando llegamos a casa y nos zampamos el chocolate con leche y el negro, nos arrepentimos de no haber comprado unos cuantas tabletas más 😊.
Pero tranqui, que los tenemos cerca y volveremos pronto a recargar. Porque vaya chocolates ricos 🤤. Nos han encantado y eso que confesamos que el chocolate negro, a veces, nos cuesta un poquito comerlo porque nos sabe amargo. Pero este está de muerte, amigui 👌.
El encanto de la España Vaciada
Si nos lees o nos sigues hace tiempo, ya sabrás que tenemos debilidad por los pueblos de la España Vaciada 😊. El Museo del Chocolate de Teimende está en uno de esos pueblos de la España rural que han ido perdiendo población con el paso de los años y que a nosotros nos encanta poner en valor 🥰.
Iniciativas como la de este museo ayudan a mantener vivo a este pueblo y no podemos hacer más que aplaudirlas 👏. Así que, siempre que puedas, te pedimos que te acerques a estos lugares y que visites estos recursos. Además de conocer una tradición que de otro modo se perdería, estás ayudando a que este lugar siga con vida 🙏.
Horarios del Museo del Chocolate de Teimende
Este Museo del Chocolate de Galicia abre de jueves a domingo de 10:00 a 17:00 📆. Los horarios de las visitas guiadas son a las 11:00, 12:00, 13:00, 15:00 y 16:00.
Ten en cuenta que los horarios pueden cambiar en función del momento del año en que lo visites. Así que te recomendamos que eches un vistazo a la web de Turismo de Parada de Sil para asegurarte antes de tu visita, o que llames al 689 683 713 ☎️.
Precio del Museo del Chocolate de Teimende
La entrada al Museo del Chocolate de Teimende cuesta 1 euro por persona 💰. Es un precio insignificante, porque, además, se hace con una visita guiada en la que además aprendes un montón de cositas y no solo de la familia y de esta fábrica, sino del mundo del chocolate 🍫.
Es importante que sepas que la visita tienes que reservarla con antelación en este enlace 💻. La entrada es gratuita para niños y niñas hasta los 14 años, guías oficiales de turismo en el ejercicio de sus funciones, los titulares del Carnet Joven hasta los 30 años, los residentes de Parada de Sil y las personas con discapacidad o movilidad reducida.
La visita guiada dura unos 45 minutos, a veces se alarga un pelín en función de lo preguntones que sean los del grupo 😅. Ya te puedes imaginar que con nosotros, pues se alargó 😇.
Manuela es maravillosa y sabe un montón de cosas 🤓, así que si tienes alguna curiosidad, no dudes en preguntarle, que seguro que te responde encantada.
¿Qué ver cerca del Museo del Chocolate de Teimende?
Pues un montón de cosas, qué te vamos a decir nosotros que llevamos toda una vida recorriendo la Ribeira Sacra y seguimos descubriendo cosas nuevas 🥰. Pero ya que estás aquí, pues te recomendamos que sigas visitando el concello de Parada de Sil, porque tiene verdaderas maravillas y te pillan todas cerquita 😊.
Uno de los imprescindibles que tienes que ver cerca del Museo del Chocolate de Teimende es el Monasterio de Santa Cristina ⛪. Es uno de nuestros favoritos en la Ribeira Sacra. Tiene un encanto de lo más especial 😍. Su portada de acceso al monasterio con los 4 evangelistas, su claustro y el interior de su iglesia con las pinturas románicas y sus capiteles te van a conquistar a primera vista. Y no te olvides de saludar a San Bieito, que está ahí en lo alto de un árbol esperando tu visita 🌳.
Antes o después de visitar este monasterio, te recomendamos que hagas una parada en el Mirador de A Mirada Máxica 👀. Es uno de los miradores de los Cañones del Sil que no puede faltar en tu ruta y te pilla a mitad de camino entre el museo y el monasterio. Además, un pelín más adelante, a unos metros andando, tienes un castro y el mirador natural de Pena da Cividade (a este si vas ten cuidado al asomarte, que es un mirador natural y no tiene barreras protectoras).
Pero espera, que todavía hay más. Obviamente, estando por aquí, no te puedes perder el Mirador de los Balcones de Madrid, es uno de los más famosos de los Cañones del Sil, así que no te lo saltes que, además, al ladito también tienes el Mirador de Curral do Penso.
Si te apetece caminar un poquito por un entorno natural, acércate a las Pasarelas del Río Mao y descubre la Fábrica de la Luz 💡. Es una de nuestras rutas favoritas por la zona y apta para toda la familia, porque la haces por unas pasarelas de madera, así que es de lo más segura. Tiene algo de desnivel, pero es bastante sencilla. Es un plan ideal para disfrutar en pareja, con amigos, en familia… tú decides.
Si quieres seguir descubriendo cositas puedes acercarte hasta Castro Caldelas, uno de los Pueblos Mágicos de España, que estamos seguros de que te sorprenderá. No dejes de subir a su castillo 🏰, probar su famosa bica y alucinar con los paisajes que ofrece el Mirador de Matacás 🐕.
Podríamos seguir recomendándote sitios y sitios 😇, pero lo mejor es que eches un vistazo a nuestra sección sobre la Ribeira Sacra, en la que te contamos más cosas que puedes ver con la zona y que elijas en función de lo que más te interese 📝.
Te dejamos también por aquí algunos planes que puedes hacer en la Ribeira Sacra, para disfrutarla de una forma diferente.
- 👉 Tour por los Cañones del Sil 🚐
- 👉 Descubre el románico de la Ribeira Sacra ⛪
- 👉 Flipa con este paseo en Globo por la Ribeira Sacra 🎈
- 👉 Recorre la Ribeira Sacra en un tren turístico 🚂
- 👉 Paseo en catamarán por los Cañones del Sil 🛥️
¿Qué te ha parecido nuestra visita? ¿Sabías que había un Museo del Chocolate en la Ribeira Sacra? 🙄 ¿Lo has visitado o pensabas hacerlo? Cuéntanoslo en comentarios, que nos encanta leerte 😜.