¿Quieres descubrir los orígenes de Salamanca? 📜 Visitar Salamanca siempre es una buena opción 🔝. La Plaza Mayor, sus dos catedrales, su tapeo o su famosa rana son algunas de las cosas que buscan los visitantes para descubrir esta ciudad 👀. Pero nosotros hoy vamos a proponerte un plan diferente y más desconocido: una ruta arqueológica por Salamanca que te llevará a conocer sus secretos mejor guardados 🤫.
Índice de contenidos
Si te preguntamos dónde empezó la ciudad de Salamanca, seguramente dirías que en la parte de lo que ahora conocemos como el casco histórico de la ciudad, cerquita de la catedral o sus murallas, ¿a qué sí? 😊 Pues que sepas que no, amigui. Vente con nosotros que en esta ruta arqueológica por Salamanca te vamos a llevar hasta el lugar dónde empezó todo y otros sitios interesantes de la Salamanca más desconocida 🤠.
El Parque Arqueológico del Cerro de San Vicente
Venga, que empezamos fuerte y te llevamos directamente a los orígenes de Salamanca. ¿Sabías que el primer asentamiento que tuvo lugar en esta ciudad se dio en el Cerro de San Vicente? ⛰️ Sí, ahí arriba, en la cima de la montañita que puedes ver detrás de nosotros en la foto 😮.
¿Dónde está el Cerro de San Vicente de Salamanca?
El Cerro de San Vicente está ubicado en una esquinita del centro de Salamanca. Concretamente a la izquierda de la catedral si te ubicas en el Puente Romano y justo enfrente de lo que fue el Alcázar de Salamanca 🏰. Al otro lado del Cerro de San Vicente encontramos el Hospital Universitario de Salamanca. El yacimiento arqueológico está justo en la cima del cerro.
Un poquito de historia del Cerro de San Vicente
Aquí donde lo ves 👀, en este cerro vivió gente durante la primera Edad del Hierro, entre los siglos VII y IV a. C. El poblado protohistórico del Cerro de San Vicente surgió siguiendo las pautas de otros poblados que se establecieron en el valle medio del Duero y en otros puntos de la península ibérica durante ese mismo periodo 🤓. De hecho, es un poblado de la misma época que Cancho Roano en Extremadura.
En el siglo IV a. C. la mayoría de sus habitantes se trasladaron al Teso de las Catedrales y estuvo abandonado hasta el siglo X, cuando se fundó el Convento de San Vicente, durante el reinado de Ramiro II 👑. Lo que pasó después te lo contamos un poquito más adelante, que está dentro de la visita de las laderas de San Vicente y no queremos adelantarnos 😇.
¿Cómo era el poblado protohistórico del Cerro de San Vicente?
Nuestros antepasados decidieron ubicar su poblado en el Cerro de San Vicente porque reunía una serie de condiciones que hacían posible vivir aquí 🛖. Por ejemplo, al estar cerca del río Tormes pues era fácil tener acceso al agua 💧, en sus alrededores había recursos naturales que les venían muy bien, y desde aquí arriba podían controlar visualmente todo el territorio 👁️.
El Cerro de San Vicente no es que fuera muy chiqui la verdad. Ocupaba un total de 2 hectáreas y estaba rodeado por unas laderas escarpadas. La parte más accesible, que era la norte, se reforzó por un muro defensivo que medía unos 90 metros 😯. Se cree que vivieron aquí más de 250 personas, que para la época no es que fueran pocos tampoco. El espacio que se ha conservado abarca unos 400 metros cuadrados, y es algo excepcional que en un entorno urbano que tiene miles de años se haya conservado algo así 🔝.
Aquí donde lo ves, en el Cerro de San Vicente podemos decir que había un urbanismo incipiente. Las construcciones que se han encontrado siguen un orden 😊. En el área que se puede ver si visitas el yacimiento se distinguen claramente 4 viviendas completas y hasta 9 estructuras domésticas auxiliares que están vinculadas a ellas. Si te fijas bien verás que todas se distribuyen como en dos bandas alineadas en torno a un espacio de tránsito, que sería pues como una calle 🚶.
Las casas del Cerro de San Vicente tienen unas características comunes a las del resto de poblados de esta época. Se trataba de casas que, en la mayor parte de los casos, tenían planta circular y estaban construidas con barro y adobe 🧱. A veces contaban con pequeñas construcciones domésticas auxiliares como silos, graneros, despensas y hornos.
En el interior de las viviendas había un banco corrido pegado al muro que servía de asiento y cama. También había un huequecito en el centro preparado con capas de arcilla finas que se superponían y que servía para encender el fuego, que daba luz y calorcito a la vivienda 🔥. Y es que en esa época amigui, no existía las lámparas, bombillas ni la calefacción, y no, tampoco tenían móviles, ni cargadores. Pero eran listis y sabían arreglárselas como ves 🤭. De hecho, según los hallazgos que se han encontrado los arqueólogos, se cree que tenían una especie de lámparas con grasa animal para tener más luz 🪔.
A los habitantes de estas casitas también les gustaba que fueran chulas, y decoraban las paredes con motivos geométricos. Más adelante pusieron adobes en los suelos y llegaron incluso a construir vestíbulos en el umbral. De hecho, para que puedas ver esa evolución en una de las casas que se han excavado, los arqueólogos han dejado varias capas. Resulta que con el paso de los años se construía encima de la vivienda original, se han llegado a encontrar hasta 10 suelos diferentes 😮, y una de las viviendas se sabe que se quemó y se cree que fue un incendio provocado por lo que se han encontrado al excavarla ⛏️. Se hizo de forma ritual, se prendió fuego al edificio y después se rellenó su interior con los adobes de las paredes colocados con cuidado en hiladas concéntricas.
En esta casita también se encontró una cosa muy curiosa, un pequeño amuleto que representa a la diosa egipcia Hathor y un fragmento de cuenco egipcio decorado con temas de plantas acuáticas 😲. Son piezas que traían los fenicios y que han aparecido en otros yacimientos que siguen el eje de la Vía de la Plata. Así que los arqueólogos sospechan que la casita que se quemó no era una simple vivienda, sino que fue escenario de una intensa actividad social en la que organizaban banquetes y que en ella se producían intercambios con los fenicios 😊. Estas casitas son una de las cosas más curiosas que vimos durante nuestra ruta arqueológica por Salamanca.
¿De qué vivían los habitantes del Cerro de San Vicente?
La agricultura 🧑🌾, la ganadería y la caza eran los elementos de subsistencia de los primeros habitantes de Salamanca. Por lo que se han ido encontrando los arqueólogos se sabe que cultivaban cereales, como la cebada 🌾, y que recogían frutos de los árboles, como las bellotas.
Cuidaban ovejitas y de ahí obtenían la leche y otros productos lácteos 🥛. Se cree que para mantenerlas todo el año se trasladaban en busca de pastos, por lo que estaríamos hablando de trashumancia. También aprovechaban su lana, pero también se sabe que comían carne, así que cazaban 🏹. Ojo, que no solo había ovejitas por aquí, también había vacas y cerditos, y hasta caballos.
Los moradores de estas cabañas eran mañosos y fabricaban recipientes de cerámica ⚱️, herramientas, utensilios y objetos de adorno con las piedras, huesos y algún metal, fundamentalmente el bronce. Se han encontrado pesas de telares, así que es de suponer que también hacían telas. Todo esto lleva a pensar que no solo hacían las cosas para ellos solos, también hay signos de comercio, así que venderían o cambiarían sus productos por otros 🤝.
¿Por qué se fueron del Cerro de San Vicente?
Si estaban tan cómodos y lo tenían todo tan bien organizadito, nos preguntamos por qué los habitantes del Cerro de San Vicente decidieron irse. Pues no fue porque les echaran ni invadieran, que podría ser un motivo, ¿no crees? Resulta que en el siglo IV a. C. la población empezó a crecer y decidieron que este sitio se les quedaba pequeño. Así que se trasladaron al Teso de las Catedrales, donde construyeron el Castro de Salmantica, en la parte histórica actual de la ciudad 📍. De este modo, el Cerro de San Vicente se convirtió en una especie de barrio adyacente que volvería a ocuparse 12 siglos después, cuando se levantó el Monasterio de San Vicente ⛪. Pero de eso te hablamos en el siguiente punto de la ruta arqueológica por Salamanca.
El poblado protohistórico de San Vicente se descubrió en el año 1949. La construcción del colegio universitario de la Universidad Pontificia de Salamanca 🏗️, Nuestra Señora de Guadalupe, fue el que lo sacó a la luz. Desde el año 1990 los arqueólogos buscan respuestas a muchas preguntas en este lugar y han dado respuesta a gran parte de ellas 😊.
La ladera del Cerro de San Vicente
Como habrás imaginado por el nombre de la ruta, lo que nos invitan a ver durante este recorrido es la ladera del cerro del que te acabamos de hablar y el Monasterio de San Vicente ⛪. Así que si decides hacer la visita guiada a este yacimiento ten cuidado y no lo confundas con el del Cerro de San Vicente, que aunque están pegaditos lo que ves es diferente 😜.
Te lo decimos por experiencia, porque nosotros la liamos y al final nos quedamos sin hacer la ruta del Cerro de San Vicente porque no quedaban plazas 😇, pero la de las laderas nos gustó un montón jeje. La hicimos con Flor 👩🦱, que es maravillosa y nos contó mogollón de cositas interesantes. Así que nuestro #MiniOnTip es que si puedes hagas las dos 😊.
La historia del cerro y el Convento de San Vicente
Como te comentábamos al hablarte del Cerro de San Vicente ⛰️, en el siglo IV a. C. sus habitantes decidieron abandonar este espacio porque se les quedaba pequeño, así que se trasladaron al cerro que tenían cerca, al Teso de las Catedrales. Ahí se creó un castro de unas 18 hectáreas de la II Edad del Hierro como el de Yecla o el de Irueña, que más adelante pasará a ser la ciudad romana de Salmantica y más tarde la ciudad medieval que llegó hasta nuestros días 😮.
Durante 12 siglos nadie le hizo casito al Cerro de San Vicente 😕. En el año 1143 ya hay documentos que demuestran que aquí existía un pequeño monasterio porque queda registrado que el rey Alfonso VII le dona la Iglesia de San Vicente al abad de Cluny y pasa a ser un priorato. 41 años antes, en 1102, su abuelo, Alfonso VI de Castilla había ordenado repoblar Salamanca 👶.
No sabemos desde cuándo existía el monasterio, pero sí que se sabe que es uno de los más antiguos de Salamanca. Uno de los historiadores de la ciudad del siglo XVII, Bernardo Dorado, dice que en la sacristía de la segunda iglesia había una inscripción que decía que el convento se había fundado 1.000 años antes 📜, por lo que podríamos ubicarlo en torno al siglo X. Otros historiadores dicen que pudo existir en época visigoda, pero no está tan claro.
En 1222, Alfonso IX de León, le dona casi todo el Cerro de San Vicente al prior de San Benito para ayudar a repoblar este espacio 🏘️, porque la gente no se quería venir aquí. Algo que no se consiguió hasta el siglo XV, cuando se dividió el espacio en 80 espacios diferentes y se pagaba al monasterio por su uso 💰. Después llegaron los Reyes Católicos con la reforma de los benedictinos, a la que también se unió este monasterio en 1504, así que dejó de ser un monasterio cluniacense. Aprovechando la condición universitaria de la ciudad, la comunidad benedictina instaló un colegio y una casa de estudios aquí 🧑🏫.
A partir del siglo XVII se construyó aquí el Colegio de San Vicente. Del convento medieval casi no quedan restos. En el siglo XIX, en 1809, las tropas de Napoleón convirtieron el monasterio en su bastión defensivo más importante y como puedes imaginar no lo trataron muy bien. En el año 1812 se lo cargaron durante la Batalla de Salamanca 💣. Las obras que le realizaron y el paso de los ingleses por aquí más adelante convirtieron al pobre monasterio en una ruina 😟.
Aún así, los frailes volvieron y reconstruyeron el monasterio 🧱, pero cada vez que había una batalla se lo quitaban los soldados y se lo cargaban de nuevo 😵. Con la desamortización de Mendizábal ya no volvieron.
Después su destino fue el de convertirse en cantera para las casas del barrio, que compraron sus piedras al ayuntamiento para construirlas ⚒️. Todo esto hizo que solo queden del monasterio sus muros perimetrales y algunos restos del interior como el claustro y las bodegas.
El Museo del Convento de San Vicente
Lo primero que vimos durante la visita arqueológica a la ladera de San Vicente fue el Convento de San Vicente ⛪. No se conserva mucho porque lo dejaron destrozadito al pobre, pero sí que se ha podido recuperar parte de su trazado.
En lo que en su día fue el claustro ahora hay un espacio museístico muy chulo en el que puedes ver algunos de los restos que se han conservado y una exposición sobre el Yacimiento Arqueológico de San Vicente y de la Vía de la Plata 🏛️. Es otro de los sitios interesantes que puedes ver en una ruta arqueológica por Salamanca.
El suelo decorado del Convento de San Vicente
Durante nuestra visita por el Yacimiento Arqueológico de la ladera de San Vicente, nos encontramos con este suelo empedrado 🤩. Es del siglo XVI y mide 17,5 metros de longitud por 7 de ancho. Está ubicado en lo que era la sala capitular del convento.
¿Sabías que para realizar esta decoración utilizaron huesos de animales? 🦴 Sí amigui, los combinaron con pequeñas pizarras y cantos rodados engarzando unos con otros como si fueran un mosaico 😍. A nosotros al verlo nos pareció como si estuviéramos viendo una alfombra.
Las bodegas del convento, un sitio curioso de la ruta arqueológica por Salamanca
El siguiente espacio que pudimos visitar son las bodegas del convento 🍷. Aquí vivían muchos frailes y tenían que conservar su vinito jeje. Se descubrió durante las excavaciones de los años 90. En la parte baja de las bodegas se conserva una puertecita que se conoce como la puerta de carros. Por ella sería por la que entrarían las cositas que luego almacenaban en las bodegas 🤓.
¿Te has fijado en el arquito tan mono que han encontrado? 😊 Resulta que las bodegas estaban cubiertas por bóvedas. Con lo altas que son podemos imaginar la cantidad de cosas que guardaban en este convento y de la cantidad de gente que vivía aquí 😲.
Encima de las bodegas había diferentes estancias. Una de las más destacadas es la sala capitular, de la que ya te hemos enseñado el suelo empedrado.
Los contrafuertes del Convento de San Vicente
Después de visitar el interior del monasterio salimos fuera para dirigirnos a las laderas del cerro ⛰️. Para ello rodeamos el edificio que hemos estado viendo por dentro y nos topamos con estos pedazo de contrafuertes.
Se tuvieron que construir después del terremoto de Lisboa de 1755. Sí amigui, las consecuencias del terremoto llegaron hasta aquí y fue necesario reforzar su exterior y el claustro con estos contrafuertes 🧱.
Las laderas del Cerro de San Vicente
Después de visitar el Monasterio de San Vicente nos acercamos a las laderas del cerro. Esta zona se utilizó como terreno de cultivo hasta los años 80 🥕. ¡Alucina, vecina! Ahora se va a convertir en un parque de uso público y han respetado las terrazas que recuerdan el uso como huerto que dieron los monjes, aprovechado los sistemas de cultivo y de riego que se utilizaron a lo largo del tiempo 💦. También hay un mirador de lo más chulo 👀.
Este parque se ha planteado como un jardín botánico y las especies que habitan en él se han elegido teniendo en cuenta el clima de Salamanca 🌤️. Se han plantado más de 14.000 ejemplares de especies arbustivas entre las que hay madroños, jara, laurel y hasta nenúfares.
En las laderas del cerro podemos ver también los restos de una noria y de la alberca, que se cree que es de época conventual 🤓.
El Centro de Interpretación de las Murallas, Salmantica Sedes Antica Castrorum
La siguiente visita de la ruta arqueológica por Salamanca nos lleva hasta el Centro de Interpretación de las Murallas 🤠. Allí nos recibió Juani 🧔, que es un guía de 10, no, lo siguiente. Lo pasamos genial con él y aprendimos un montón de cosas de las que no teníamos ni idea 😊.
Las murallas de Salamanca, un imprescindible de la ruta arqueológica por Salamanca
¿Sabes cuántas murallas tenía Salamanca? Pues aquí donde la ves, tuvo 3 murallas 😮. Aunque Juani nos dijo que tuvo 3+1. Una sería una línea de muralla, que estaba en el Cerro de San Vicente, en el poblado protohistórico del que te hemos hablado antes. Y además, Salamanca tuvo 3 recintos amurallados que se levantaron entorno al Teso de las Catedrales, pero que fueron cambiando de tamaño en función de lo que iba creciendo la población 😊.
La muralla del Cerro de San Vicente
Era una murallita chiqui, como nosotros. Rodeaba los 90 metros del lado vulnerable del Cerro de San Vicente, que como te hemos contado es el origen de la ciudad de Salamanca 😜.
La muralla prerromana
Es del siglo IV a. C. Aquí había un castro de origen vacceo vetón, que abarcaba unas 3 hectáreas. Para verla puedes ir al Centro de Interpretación de la Muralla, Salmantica Sedes Antica Castrorum 👀. Esta muralla formaba parte del sistema defensivo de la ciudad de Helmantiké y en algunos puntos llegaba a alcanzar los 7 metros de ancho, aunque generalmente medía unos 3 metros y medio y entre 4 y 5 metros de altura 😲.
La muralla que puedes ver en el Centro de Interpretación de las Murallas de Salamanca está tal y como se la encontraron los arqueólogos ⛏️. Solo podemos ver la parte interior de la muralla, porque cuando hicieron la Cerca Vieja incorporaron a ella parte de la cimentación de la parte exterior.
La muralla prerromana también tenía un foso, que en algunos lugares podía llegar a medir hasta 2 metros. ¡Cómo para entrar aquí dentro! 😵💫
¡Halaaaa, qué curioso! 😮😮
¿Sabías que esta muralla es la que se encontró el general cartaginés Aníbal en el verano del 220 a. C. cuando sitió la ciudad? ⚔️ Consiguió tomarla con la ayuda de 40 elefantes 🐘. ¡Flipa en colorines! 😦
La muralla prerromana se puede ver en la Cuesta de Carvajal. También la puedes ver en la calle del Silencio 🔇, en el patio de un edificio de apartamentos 🏘️. Juani nos chivó que se han encontrado restos en el edificio que está delante del Ale Hop, en la rúa Mayor, donde apareció un torreón de entrada semicircular y creen que el otro podría estar debajo de la calle 🤓. La han encontrado también en el claustro de la Universidad Pontificia y en el patio de la Facultad de Geografía e Historia, que está entera, pero solo se puede ver con visita guiada y no siempre está disponible.
La Cerca Vieja
Es la muralla medieval de Salamanca. Se construyó a partir del siglo IX y es una muralla árabe, de época califal 🕌. Para hacerla se reutilizó mucho material y se siguió el trazado de la muralla prerromana. Su centro sería la Plaza del Azogue Viejo y medía entre 19 y 21 hectáreas. Aquí donde la ves, esta muralla tenía 5 puertas de entrada 🚪: la Puerta del Río, el Postigo Ciego, el Portillo de San Juan de Alcázar, la Puerta del Sol y la Puerta de San Sebastián.
Aunque la mayor parte de esta muralla no se conserva, todavía puedes verla en algún punto de la ciudad como por ejemplo en el Huerto de Calixto y Melibea 😊.
Como curiosidad, Juani nos dijo que hay un punto de la ciudad en la que se puede distinguir muy bien la reutilización de elementos para construir la muralla 🧱. Si te fijas bien en el lienzo que está pegado a la Casa de Lis puedes ver cómo entre las piedras de la muralla hay estelas de la necrópolis romana ☠️. Precisamente, si paseas por esta zona de Salamanca, puedes ver gran parte del lienzo sur de la Cerca Vieja 👁️.
La Cerca Nueva
Es la muralla de la repoblación y se levantó a partir del siglo XII. Su centro sería la Plaza Mayor y mediría unas 120 hectáreas 📏. Tenía 13 puertas, solo 2 de ellas en común con la Cerca Vieja, la Puerta del Río y el Portillo de San Juan Alcázar. Alfonso VII pidió rehacer la Cerca Vieja y hacer una más grande para proteger a los nuevos habitantes que iban llegando. Su función fue incluir los barrios que se fueron formando en las afueras del recinto anterior, pero que también necesitaban protección 🛡️.
Aunque en Salamanca se conservan la Cerca Vieja y la Cerca Nueva, en realidad hay más tramos conservados de la Vieja que de la Nueva 😕. Solo podemos verla en cuatro puntos: en el final de la calle de San Pablo, enfrente de la Iglesia de San Paul donde se unen las dos cercas, en el Pozo de Nieve, en el Paseo de San Vicente justo enfrente de la cafetería Pato Rojo y en el Cerro de San Vicente mirando desde la puerta del nuevo hospital 🏥.
El tamaño de la Cerca Nueva será el tamaño de la ciudad de Salamanca desde el siglo XII hasta mediados del XIX 🤓.
La Iglesia de San Cebrián
Después de descubrir las murallas de Salamanca nos acercamos con Juani a la Iglesia de San Cebrián ⛪, que está al ladito del centro de interpretación ℹ️. La verdad es que pensábamos encontrarnos con una iglesia, pero más bien tuvimos que jugar a imaginárnosla 💭, porque a la pobre se la cargaron y solo quedan sus cimientos, pero con Juani es fácil 😊.
Era una iglesia románica. Cuando mandaron rehacer la Cerca Vieja, decidieron adelantar la iglesia para que su ábside funcionara como un bastión semicircular que protegería el Portillo de San Cebrián, que estaba justo al ladito. Se decide mantener el foso y elevaron el presbiterio, con lo que debajo quedó la cripta de San Cebrián, que con el tiempo se conocerá como la Cueva de Salamanca o la Cueva del Diablo 😈.
A partir de 1580 esta iglesita no tenía prácticamente uso y cogieron parte de sus piedras para construir la Catedral de Salamanca ⛪. Por eso solo podemos ver estos restos y nos toca imaginarnos como era.
La leyenda de la Cueva de Salamanca
El siguiente punto de nuestra ruta arqueológica por Salamanca está justo debajo de la iglesia que acabamos de ver 👀. No pudimos entrar a hacernos la foto porque se había derrumbado un edificio y la zona estaba acordonada por seguridad 🚷. Pero puedes acercarte hasta los barrotes y verla a través de ellos.
Eso sí, ten cuidadito, porque esta cueva tiene leyenda y Cervantes se la sabe bien ✒️. Dicen las malas lenguas que en este huequecito el diablo le daba clase de artes oscuras a 7 alumnos durante 7 años 📚. Al final de los 7 años se sorteaba cuál de los alumnos se quedaba al servicio del diablo. Dicen que entre ellos estuvo el Marqués de Villena y que para que el diablo no le viera y poder escaparse de él se metió en una tinaja 🤭. Lo hizo pero perdió su sombra. Vamos, que el diablo se quedó con su alma 👻. Así que si ves a alguien sin sombra por Salamanca, tiembla jiji 😱.
El Centro de Interpretación de la Iglesia de San Cebrián
La visita guiada terminaba con la Cueva de Salamanca y la Iglesia de San Cebrián, pero a Juani le gusta y disfruta tanto haciendo estas visitas que nos propuso enseñarnos otras cositas interesantes 🔎. Y claro, no pudimos negarnos y le seguimos con los ojitos cerrados 😇.
Pegadito a la iglesia que acabamos de imaginarnos, está el Centro de Interpretación de la Iglesia de San Cebrián 😊. En su interior tiene varias sorpresas que no deberías perderte si haces una ruta arqueológica por Salamanca. Por ejemplo, puedes ver algunos de los restos que se encontraron durante las excavaciones arqueológicas, como algunas tumbas que se recuperaron de la necrópolis ☠️, que estaba situada al sur de la iglesia, junto al hoy desaparecido Seminario de Carvajal 🤓. Pero sin duda, lo que más nos alucinó de esta visita es lo que te vamos a enseñar ahora.
Los canes policromados de la Torre del Marqués de Villena
Los canes son las vigas trasversales que sobresalen de la línea de muro y que son muy típicas del románico. Es habitual que estén decorados 🎨, ya te hemos enseñado algunos en nuestro blog cuando visitamos iglesias románicas 😎. Pues resulta que aquí se encontraron unos canes policromados que nos dejaron con la boquita bien abierta 😮.
Se cree que son del siglo XV o XVI. Nunca habíamos visto algo así. Estuvimos jugando a imaginar quiénes eran porque se ven sus caritas 😋. ¡No te lo pierdas cuando hagas tu ruta arqueológica por Salamanca!
Una ventana estratigráfica
Si pensabas que ya lo habías visto todo en el Centro de Interpretación de la Iglesia de San Cebrián espera, que te queda otra sorpresita. Bajando las escaleras llegamos a una ventanita que tiene muchísimo valor 👌. Se trata de una ventana estratigráfica real.
Aquí donde la ves mide casi 4 metros y conserva gran parte de los 15 estratos o niveles arqueológicos que se descubrieron durante el sondeo que realizaron los arqueólogos. Esto es superimportante, porque les da muchísimos datos para entender qué pasó aquí a lo largo de los siglos 😲. ¡Es alucinante la cantidad de información que podemos encontrar en el suelo! Entre cada una de las capas pueden haber pasado años, o incluso siglos.
La portada románica de la Iglesia de San Cebrián, un descubrimiento en nuestra ruta arqueológica por Salamanca
Pero espera, espera, que nos ha sabido mal que no puedas ver algo más de la Iglesia de San Cebrián y hemos sacado nuestro trajecito de investigadores para enseñarte su portada 🕵️. ¿Quieres verla? Está en pie, o eso es lo que creen, porque no hay documentos escritos que lo confirmen por ahora. Y nosotros la hemos encontrado solo para ti 😎. Bueno vale, confesamos que nos ha ayudado Juani, que sabe muchas cosas de Salamanca. ¡Mira qué chulada! 😍
Pues resulta que la portada románica de la Iglesia de San Cebrián está muy cerquita del templo. Prácticamente a la vuelta de la calle, en el número 7 de la calle San Vicente Ferrer, en un edificio de oficinas. Ya te hemos contado que hubo una época en la que las piedras de unos edificios se usaban para hacer otros 🏗️. Pues en esta ocasión decidieron aprovechar directamente la puerta entera 🚪. Y menos mal, porque gracias a eso puedes verla hoy.
El conjunto arqueológico del Pozo de Nieve y del Convento de San Andrés
La siguiente visita guiada que hicimos durante nuestra ruta arqueológica por Salamanca nos llevó a conocer el Pozo de Nieve y el Convento de San Andrés. La hicimos con Rosa y nos dejó flipando en colores 😊.
¿Alguna vez has visto un pozo de nieve en una ciudad? 🤨 Nosotros tenemos que confesarte que no. Los hemos visto por el campo, pero algo tan grande y alucinante como esto nunca. Sigue leyendo, que le hicimos fotos y todo para que lo flipes como nosotros 😜.
El Pozo de Nieve de Salamanca
El pozo de nieve estuvo mucho tiempo escondido. Los espacios con el tiempo se van reutilizando y adaptando a las nuevas necesidades de los que los habitan y en ese proceso este pozo había pasado desapercibido. Concretamente lo encontraron en una casa 🏠. Sí amigui, aquí había una casa. Imagínate la sorpresa de los arqueólogos cuando se encontraron con esta pasada de pozo 🤯.
El Pozo de Nieve perteneció al Convento de San Andrés y daba servicio a la comunidad. Data del año 1738. El servicio de hielo era muy importante para la ciudad y se puede ver en los libros de cuentas 📒. Se utilizaba para conservar los alimentos y como uso medicinal. La gente de Salamanca venía hasta aquí a comprarlo. En esta época no existían las neveras, amigui.
Pero ahora ponte en situación. Estamos en el siglo XVIII y construyeron esta brutalidad sin el uso de máquinas. Vamos, a pico y pala ⛏️. Nuestros antepasados cavaron un pozo de más de 7 metros de profundidad, ¡flipa! 😮
¿Y cómo llegó a estar tan escondido? 🙄 Nuestra guía nos contó que cuando ya no era necesario pasó a tener otros usos. Uno de ellos fue el de vertedero 🗑️. Cuando se llenó de cosas, pues le pusieron un suelo por encima, en otro momento le pusieron un falso techo, cubrieron las paredes con baldosas y así se fue reutilizando el espacio. Su último uso fue el de vivienda. Todavía estamos flipando con el trabajo de los arqueólogos para sacar a la luz este inmenso pozo de nieve dentro de una casita 🔝.
Los restos de la Cerca Nueva
Como te hemos dicho antes, el Pozo de Nieve es uno de los pocos sitios en los que puedes ver parte de la Cerca Nueva de las murallas de Salamanca. En la visita al Pozo de Nieve pudimos verla más de cerca y hasta los intentos de reutilizarla que no salieron bien 🤭.
Si te fijas hay una parte de la muralla que parece como que le han hecho algo. Pues resulta que algún cafre debió pensar que estaba guay hacerle una puerta y casi se le cae encima jeje. Tuvieron que remendarla a toda prisa ⚒️.
El Convento de San Andrés
Pegadito al Pozo de Nieve puedes ver los restos del Convento de San Andrés ⛪. Fue una construcción muy importante, de hecho algunos lo consideraron como una de las obras maestras de la ciudad de Salamanca 😊. Lo construyeron extramuros de la Puerta de San Pablo de Salamanca. La mala noticia es que ha llegado poco de él hasta nuestros días. Solo se conserva la Capilla de la Orden Tercera del Carmen y unas dependencias ajenas al cuerpo principal y su pozo de nieve ☹️.
Resulta que en el año 1480 el obispo cedió a la Orden del Carmen Calzado la parroquia de San Andrés, que por aquella época contaba con un colegio 🧑🎓. La riada de San Policarpo, que tuvo lugar en la noche del 26 de enero de 1626, hizo que se tuviera que reformar y fue cuando se convirtió en uno de los edificios más destacados de la ciudad. De hecho, se le conocía como el pequeño Escorial 😲, para que te hagas a una idea. Sí, en su día, tenía 4 torres. ¿Te lo imaginas? 💭
El convento no ha llegado hasta nuestros días porque en el año 1762 fue utilizado como cuartel 💣. En la Guerra de la Independencia lo ocuparon los dos bandos y le hicieron pupita. Acabó en ruinas y en el año 1820 se derribó una de sus torres. La desamortización de Mendizábal le dio el mazazo definitivo, salió a subasta pública y lo compraron para usarlo como cantera para otros edificios 🧱. ¡Jo, pobre monasterio! 🥺
La Salamanca oculta
Durante nuestra ruta arqueológica por Salamanca pudimos ver la cara oculta de Salamanca 🧐. El Convento de San Andrés tenía unas galerías subterráneas de 75 metros de longitud y 150 metros cuadrados de superficie, ¡flipa! 😮
Las excavaron a unos 16 metros de profundidad desde el suelo. Hay quienes dicen que eran túneles que comunicaban los conventos. A saber para qué los usarían 🤨.
Te invitamos a darle a la imaginación, que se sabe que Salamanca está perforada. Seguro que hay más túneles cómo este. ¿Sabías que a Hércules los dioses del Olimpo le mandaban a combatir a Salamanca de vez en cuando para combatir contra las fuerzas del infierno en los subterráneos de la ciudad? ⚔️ Eso es lo que dicen las leyendas, pero nosotros ya nos lo hemos imaginado luchando por aquí contra el demonio 😈. ¿Puedes verlo? 👀
La sorpresa de las galerías del Convento de San Andrés
La mayor sorpresa de estas galerías las encontramos al final de la sala, antes de entrar en lo que era la capilla del convento. ¿Sabes lo que vimos? Estalactitas y columnas. ¡Alucina! 😵💫
Los geólogos creen que tienen al menos 400 o 500 años. Ni se te ocurra tocarlas porque las matas 🙏. En el momento en que las tocas se interrumpe su proceso y se secan hasta que desaparecen. Es muy raro ver estalactitas en un espacio artificial creado por el hombre, así que verlas aquí es una pasada que no te puedes perder en una ruta arqueológica por Salamanca 👌.
El Parque Arqueológico del Botánico y el Convento de San Agustín
En la última visita guiada que hicimos durante nuestra ruta arqueológica por Salamanca nos acompañó Ana. Es otra de las estupendas arqueólogas que nos han ayudado a descubrir el lado más desconocido de la ciudad 😊.
Ana nos contó que antes en el espacio que vamos a visitar, en lo que se conoce como la zona del Botánico, había unas pistas de atletismo y un campo de fútbol de la universidad ⚽. En el año 1997 cuando fueron a hacer el aparcamiento subterráneo se hizo una excavación arqueológica y pum, ¡sorpresa! 💥 Aparecieron restos del Convento de San Agustín. La comisión de Patrimonio decidió que los restos no tenían tanto valor como para impedir el parking 🅿️, así que dejaron que la obra siguiera adelante conservando los restos del Convento de San Agustín que puedes ver antes de entrar en el Parque Arqueológico del Botánico, al ladito del mirador 👁️.
En el año 2001 la Universidad de Salamanca proyectó hacer, en el lugar en el que estaban las pistas de atletismo y el campo de fútbol, la biblioteca de humanidades y apareció todo lo que acabas de ver en la foto que hicimos desde el mirador 👀. En este caso la comisión de Patrimonio dijo que se podía hacer el proyecto si los restos se integraban, pero al final no siguió adelante. La parte negativa es que no los cubrieron para protegerlos mientras se decidía qué se hacía con ellos. Estos restos han estado 20 años abandonaditos, por lo que se han deteriorado bastante. Pero nuestra guía nos va a ayudar a imaginarnos cómo eran los impresionantes edificios que aquí había. ¡Vamos a ello! 😊
Para que te ubiques un poquito, estamos en el Teso de las Catedrales, el cerro sobre el que se desarrolló la ciudad de Salamanca a partir del siglo IV a. C.
Durante la Edad Media en esta zona se situó la judería y se cree que tenía 3 sinagogas 🕍. Era un barrio de callecitas estrechas y sinuosas. Cuando expulsaron a los judíos, en el año 1492, muchas casas quedaron abandonadas y otras las vendieron a un precio de risa. Esto, unido al impulso que habían tomado las universidades y las órdenes eclesiásticas, provocó un cambio urbanístico en la zona desde el siglo XVI. Aquí se levantaron el Convento de San Agustín y el Colegio de Cuenca.
Al igual que pasó con los otros conventos de los que te hemos hablado en este artículo, durante la Guerra de la Independencia se los cargaron los franceses. El 5 de mayo de 1812 dinamitaron el convento y el colegio para aprovechar las piedras y construir sus fuertes defensivos 🧨. Con el tiempo se acabaron construyendo unas casitas bajas, una fábrica de luz y luego las instalaciones deportivas de la Universidad 🎽.
El Colegio Mayor de Cuenca
Empezamos la visita de esta parada de nuestra ruta arqueológica por Salamanca viendo los restos del Colegio Mayor de Cuenca. Su fundador, Diego Ramírez de Villaescusa, fue obispo de Cuenca y antiguo estudiante de la Universidad de Salamanca 🧑🎓. Se lo encargó a Juan de Álava, que lo empezó a construir en el siglo XVI y no se terminó hasta el siglo XVIII. ¡Flipa! Que sepas que en el siglo XVI en toda España solo había 6 colegios mayores y de ellos 4 estaban en Salamanca 😮. Ya te vas haciendo a una idea de lo importante que era este lugar, ¿a qué sí? 😊
Dicen que para construir el Colegio Mayor de Cuenca se tuvieron que comprar poco a poco 36 casas del barrio judío. Tenía un claustro monumental, una fachada que debía ser impresionante y una escalera monumental que hizo Alberto de Churriguera. Tenían hasta un jardín que se conocía como «El Bosque» 🌳.
Pero, ¿sabes qué pasaba? 🤓 Pues resulta que la gente que estudiaba en los colegios mayores salía tan bien preparada que se colocaban en altos puestos del Estado y de la Iglesia. Tenían tanto poder que en el año 1798 Carlos IV decidió suprimirlos para que no le hicieran la competencia 🤭. El Colegio de Cuenca pasó al Estado, que se lo dio a la Universidad de Salamanca y ya te hemos contado cómo terminó su historia.
El Convento de San Agustín
La calle de San Pedro, que durante la Edad Media era la calle Mayor de la judería y más tarde pasó a conocerse como la calle de Cuenca, separaba las dos construcciones que estamos visitando. Pasamos ahora al otro lado de la calle para ver el Convento de San Agustín.
Este convento se construyó a principios el siglo XVI en el barrio de la judería, donde habían ido acumulando propiedades. En el año 1377 el obispo le había cedido a los agustinos la iglesia románica de San Pedro. Alrededor de ella se levantó el convento. También fue Juan de Álava el que inició su construcción en el año 1516 🏗️. Actualmente solo podemos ver una cuarta parte de los 10.000 metros cuadrados que ocupaba. ¡Tenía que ser impresionante!
En el año 1789 sufrió un incendio que prácticamente lo arrasó 🔥. Se volvió a reconstruir, pero después vuelve a sufrir otro incendio que lo dejó reducido a cenizas, en el que se perdió su biblioteca 📚. ¿Sabías que en el claustro del Convento de San Agustín estuvo enterrado Fray Luis de León? 😲 Ahora está en la capilla de la Universidad de Salamanca.
La Iglesia de San Pedro
Sobre la iglesia que el obispo le cedió a la Orden Agustina en 1377 se levantó otra medieval en el año 1516 cuando se empezó a construir el Convento de San Agustín ⛪. También se encargó a Juan de Álava. La mala noticia es que casi no podemos ver nada, porque la mayor parte de la iglesia está debajo de la calle Balmes y no está excavada.
Por los comentarios que han llegado sobre ella debía ser una pasada. Un viajero del siglo XVIII dejó escrito que su portada es «de mejor gusto» que la de la catedral y la de San Esteban 😯. Es una pena que se la cargaran durante la Guerra de la Independencia 💣.
Los restos de la arcada de la Ermita de San Gregorio
Justo a la entrada del recinto arqueológico del Parque Arqueológico del Botánico verás un arquito muy chulo 😍. Blanquito. Es lo que queda de lo que fue la ermita dedicada a San Gregorio, que se ubicaba en la calle con su mismo nombre.
Ahora solo puedes ver su arco y una de las inscripciones de su fachada 👀. La arcada de la Ermita de San Gregorio se restauró en el año 1991. Nosotros nos paramos a verla tranquilamente cuando terminamos la visita al Parque Arqueológico del Botánico 😊.
La colección arqueológica del Museo de Salamanca
Como no podía ser menos, otro de los puntos destacados de nuestra ruta arqueológica por Salamanca es el Museo de Salamanca 🏛️. Está en el Palacio de los Álvarez Abarca, uno de los monumentos más representativos de la arquitectura civil de los Reyes Católicos en Salamanca 🔝. En su interior se encuentran gran parte de las piezas que han ido recuperando los arqueólogos durante las excavaciones que se han realizado en la ciudad.
El Museo Arqueológico de Salamanca se inauguró en el año 1848 con las obras de arte de los conventos que suprimió la desamortización de Mendizábal. Sus fondos están creciendo constantemente y en él puedes ver un verraco de Gallegos de Argañán, un pedestal romano o una cuerna entre otras piezas destacadas 👌.
¿Cómo visitar los espacios de la ruta arqueológica por Salamanca?
Nosotros pudimos visitar todos estos sitios porque cuando estuvimos de fin de semana en Salamanca coincidió con que el Ayuntamiento de la ciudad había puesto en marcha un programa de visitas guiadas gratuitas a estos espacios 🔝. Nos han comentado que suelen hacerlas varias veces en el año 🗓️, así que una buena opción es que estés pendiente de cuando salen y organizar tu visita a Salamanca para esos días 😊. Lo único que tienes que hacer es reservarlas en su web, nosotros lo hicimos en la página de turismo 💻.
La experiencia de visitar los lugares de la ruta arqueológica por Salamanca con arqueólogos que han participado en las excavaciones ⛏️, nos pareció muy interesante. Aprendimos un montón de cositas y no todos los días puedes disfrutar de que alguien que conoce las cosas de primera mano te las explique 😜. Así que si puedes, no dudes en apuntarte a alguna de estas visitas 📝.
Si cuando visites Salamanca no está disponible el programa de visitas turísticas a los espacios arqueológicos, lo mejor es que preguntes en la Oficina de Turismo de Salamanca por si hay alguna opción. Está ubicada en el número 32 de la Plaza Mayor 📍. Te dejamos también el teléfono: 923 21 83 42 ☎️.
Esperamos que esta ruta arqueológica por Salamanca te haya parecido interesante 🤠. Si ves alguno de estos espacios cuéntanos en comentarios qué te ha parecido. Nos encanta saber tu opinión 😎. Ahora vamos a seguir recorriendo las calles de esta interesantísima ciudad para poder contarte otro día los sitios que más nos molan de Salamanca y ayudarte a organizar tu visita a la ciudad. ¡Nos vemos pronto amigui! 👋
MiniOnDescuentos
¿Quieres ahorrar un dinerillo en tus viajes? 💰 ¡Pues pincha en estos enlaces! 👇
🛌 Reserva tu hotel con descuentos de hasta el 15%.
🧺 ¿Experiencias auténticas con empresas locales? Troulanda es tu opción (5% de descuento con el código miniontour2024).
🏛️ ¡Sáltate la cola! Las mejores excursiones y visitas guiadas.
🧳 Seguro de viajes con descuento: 5% Heymondo | 7% Chapka | 20% Intermundial.
💰 Cambia tus divisas online al mejor precio.
💳 200€ en compras si aprueban tu tarjeta American Express.
Código ético
Usando nuestros MiniOnDescuentos nos ayudas a seguir descubriéndote rincones chulos 😍, ya que a ti te saldrá más barato y nosotros nos llevamos un porcentaje de la venta 👌. Si tienes cualquier duda, escríbenos desde la sección contacto 📝.